El sabor ácido, dulce y penetrante de las mandarinas junto con la canela componen un Licor tónico, estimulante y refrescante. De exquisito acompañamiento de chocolates, pastelería y quesos.
La mandarina llega a Europa proveniente de las zonas tropicales de Asia, mas
precisamente de la China. Se cree que adoptó ese nombre en honor a los trajes
que utilizaban los mandarines, es decir los gobernantes de la antigua China.
Comenzó a cultivarse en la zona del Mediterráneo en el siglo XIX.
El
Mandarinetto nace en la bella
isla de Sicilia, clima propicio para la producción de cítrícos.
En China se la considera un símbolo de buena suerte, por lo que cobran un significado
sagrado durante la celebración del año nuevo chino.
En la medicina tradicional china la cáscara seca de esta fruta se utiliza para
regular el flujo de la energía de la vida, o chi, que es un principio activo de
todos los seres vivos. Los filósofos naturistas de la antigua China utilizaban
la cáscara para estimular una digestión saludable, para tratar problemas
abdominales y reducir las flemas. En Ayurveda las mandarinas se utilizan para
estimular el apetito, calmar la sed, arrojar flemas y para prevenir enfermedades
gastrointestinales.
La canela de Ceilán entre sus muchas cualidades aromáticas, alimenticias y medicinales, es usada como antibacteriana, anticoagulante, y desde hace mucho tiempo para eliminar el estrés como potente relajante natural.
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